Sobre la homosexualidad (Por Juan Cantor)

16.08.2012 00:44

Las entidades biológicas catalogadas como “organismos superiores” están sometidas a numerosos tipos de clasificaciones como lo es el sexo, donde básicamente distinguen los individuos por el tipo de que células haploides que producen. Esta concepción dual de la sexualidad biológica aunque contundentemente clara en varias especies,  no lo es en otras. Cerca de 1500 especies biológicas han presentado comportamientos sexuales diferenciados como homosexualidad, masturbación y violación, dentro de ellas el Homo Sapiens, siendo este el objeto de enfoque de este texto puesto que debido a factores como su complejidad individual y como especie, sería bastante impropio pretender determinar este tipo de características a priori.

La homosexualidad suele definirse como la interacción o atracción sexual, afectiva, emocional y sentimental hacia individuos del mismo sexo, esto indica prácticas no necesariamente dirigidas a la procreación. Desde este punto de vista, cabe evaluar el tema como algo no solamente propio de las características fisiológicas y anatómicas del individuo.

El homo sapiens se caracteriza entre otras especies por su capacidad cerebral y lo que el mismo autodenomina mente, que son todos los aspectos del entendimiento y conciencia como las actividades racionales del intelecto o las abstracciones de la imaginación, estos factores crean y modifican la manera en que el individuo percibe la realidad e interactúa con ella buscando procurarle mayores opciones de supervivencia, pero si una conducta no presenta claras ventajas para la reproducción, se podría dudar de si este desarrollo se debe a factores genéticos o si ha sido causa de la evolución en algunos individuos.

Se pueden distinguir básicamente el caso en que dichas tendencias conductuales se den por motivos biológicos (genética o estrés prenatal principalmente) y por aprendizaje.
Aunque la diferenciación sexual inicie en los cromosomas no termina allí, un mamífero hembra tiene un patrón cromosómico XX; mientras que un macho tiene uno XY, pero en un estado inicial del desarrollo prenatal, las gónadas (órganos reproductores) son idénticas para ambos tipos de feto, ambos tienen Conductos de Müller y Conductos de Wolf, siendo estos los precursores de las estructuras reproductoras femeninas y masculinas respectivamente, pero la diferenciación sexual depende de los niveles de testosterona durante un periodo que se sitúa entre el tercer y cuarto mes del embarazo llamado periodo sensible, donde los niveles de testosterona definen la sexualidad dependiendo de la cantidad en la que el cuerpo de la madre segregue esta hormona al feto; la hormona sexual que viene “por defecto” son los estrógenos (hormona sexual femenina), si llegan al feto bajos niveles de testosterona, entonces este se feminizará, siendo el caso contrario el que definiría a un macho. Een dicho periodo, aparte de los obvios cambios en las gónadas, los sexos se diferencian también por la estructura y función de varias partes del sistema nervioso, incluyendo un área del hipotálamo anterior conocida como el núcleo dimórfico sexual, estos procesos aunque “programados genéticamente” pueden sufrir cambios en el periodo mencionado anteriormente.

 

Una posible fuente de cambios hormonales prenatales, además de la genética, son las experiencias estresantes de la madre, el estrés prenatal y el alcohol (por ejemplo) pueden alterar el desarrollo sexual a través de varias rutas.
“El estrés libera endorfinas, algunas de las cuales atraviesan la placenta y alcanzan el desarrollo hipotalámico del feto donde antagonizan los efectos de la testosterona(O. B. Ward, Monaghan & Ward, 1986)”. El estrés también eleva los niveles de hormonas adrenales, corticosterona  y aldosterona (M. T. Williams, David McCrea, Long & Hennessy, 1999). La corticosterona disminuye la liberación testosterona. El alcohol también baja la liberación de testosterona (O. B. Ward, Ward, Denning, French & Hendricks, 2002)”


cabe aclarar que los estudios que se llevan a cabo en este tema no han aportado respuestas definitivas debido a la dificultad de separar el ámbito científico de la polémica social, y debido a que una gran parte de estos estudios se ha realizado con animales de laboratorio o animales en cautiverio, y es sabido que las influencias hormonales en el comportamiento sexual pueden variar de una especie a otra.
Por el momento (aunque existen luces y caminos a seguir) las raíces de la homosexualidad son todavía un misterio (aunque solo un poco más misterioso que los orígenes de la heterosexualidad).

“La investigación biológica no nos dirá cómo tratar a los demás, pero podría ayudarnos a entender cómo hemos llegado a ser tan diferentes.”
James W. Kalat, Department of Psychology North Carolina State University



Referencias
Psicología Biológica, James W. Kalat

Principios de biología: enfoque humano, Gideon E. Nelson
www.wikipedia.org
https://www.psicologia-online.com

Colaboraron: Francisco León, Gonzalo Dos Santos. 

 

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